imagen-blogLas gafas de sol normalmente cumplen una función estética como complemento de la moda pero también ayuda a  proteger la salud ocular. En este sentido para los niños cobra especial relevancia debido a que tienen una mayor sensibilidad en la vista.

Los rayos ultravioletas son potentes y nocivos para las personas adultas, pudiendo provocar quemaduras y daños irreversibles. La probabilidad de sufrir algún problema con la vista depende de la melanina, que es el pigmento protector del sol.  Los niños debido a que están en proceso de desarrollo, tienen menor protección que la de un adulto.

Las lesiones que pueden producir los rayos solares son varias:

  1. Queratitis (quemaduras solares) con dolor, fotofobia y enrojecimiento de los ojos.
  2. Alteraciones en la córnea.
  3. Lesiones degenerativas y/o quemaduras en la retina con daños severos en la visión.

El mayor problema de estos daños es que son permanentes y se pueden agravar con el paso de los años. A pesar de todos estos problemas muchos de los niños hoy en día, no usan gafas de sol.

Aunque siempre hay que estar protegidos de los rayos del sol, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los rayos más perjudiciales son entre las 10:00 y 14:00 horas. Especialmente en lugares donde hay nieve, agua y arena debido al reflejo que se produce.

Las gafas de sol para niños deben ser homologadas para filtrar los rayos UV y UVB, es por ello que Keibooeyewear apuesta por la calidad en los materiales así como por los precios competitivos como podrás comprobar en la sección de gafas de niños.

 

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